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Introducción
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Celebración del Milenario
Uno de los hechos que ha dado más relevancia y más prestigio a Ivorra ha sido el conocido prodigio de la Santa Duda, un milagro eucarístico que durante siglos fue motivo para que este lugar de la comarca de la Segarra fuese punto de llegada de numerosas peregrinaciones. Hay documentos en el Archivo diocesano de Solsona que, aunque no son coetáneos del milagro, se sitúan muy cerca en el tiempo. Toda esta documentación, así como la tradición oral y hasta los restos y reliquias que se conservan, nos dan a entender que en el siglo XI ya existía la creencia de la veracidad de la Santa Duda.
Un día no determinado del año 1010, en la iglesia parroquial de Santa María de Ivorra, situada en el lugar donde más tarde, en el siglo XVII, se construiría el actual Santuario, decía la misa el párroco Bernat Oliver, nacido en la vecina villa de Torá. Después de la consagración, el sacerdote dudó de la presencia eucarística de Jesucristo en las especies del pan i de vino. Aquella duda provocó que el cáliz se convirtiera en una fuente que brotaba sangre que manchó los corporales del altar y el suelo. Unas mujeres que hilaban cerca de la iglesia recogieron la sangre con las estopas procedentes de los hilados.
Avisado San Ermengol, obispo de Urgel, que se encontraba en Guissona, reconoció el hecho como milagroso y, tomando el cáliz y una muestra de los corporales manchados de sangre, los llevó a Roma en uno de sus viajes. El papa Sergio IV, una vez oído el relato del obispo, envió unos comisionados a Ivorra. Después de reconocer y examinar el hecho, el Papa firmó una bula certificando el milagro y concediendo privilegios a la cofradía que el mismo obispo Ermengol fundó en Ivorra. El hecho de la Santa Duda conviene enmarcarlo en el contexto de la época, en plena reconquista y reconstrucción y cohesión del país, así como en un marco más amplio, caracterizado por las doctrinas de Berengario, archidiácono de Angers, que en el año 1004 comenzaba a extender la herejía de negar la presencia real de Cristo en la Eucaristía.
Conviene remarcar también la importancia del obispo San Ermengol de Urgel en la construcción y cohesión social de Cataluña y como el suceso de la Santa Duda influenció en aquel proyecto que, junto a los condes de Urgel, de la Cerdaña y el Abad Oliva -con los que estaba emparentado-, daría paso al nacimiento de Cataluña, independizada ya de los francos y de los sarracenos .
La celebración del Año Jubilar de la Santa Duda
La parroquia de Ivorra, pues, hace tiempo que se prepara para la celebración de esta efemérides con la constitución de una comisión que está programando diferentes actos conmemorativos durante el año que va desde el 11 de abril de 2010 al 1 de mayo de 2011. La Santa Sede ha concedido poder celebrar un Año Jubilar dedicado a este milagro eucarístico de Ivorra, y el Papa Benedicto XVI ha facultado al obispo de Solsona para impartir la Bendición Papal durante la celebración principal del Milenario, por lo que la repercusión será mucho más amplia y traspasará las fronteras locales para convertirse en una celebración más universal.
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